- Sujeta el plátano: Toma el plátano con una mano, sosteniéndolo por el extremo más largo y curvado, que es el tallo. Asegúrate de que el plátano esté maduro y listo para comer, es decir, que su cáscara tenga un color amarillo con algunas manchas marrones.
- Afloja el tallo: Con el dedo pulgar y el índice de la otra mano, presiona suavemente el extremo del tallo, cerca de la base donde se une con el cuerpo del plátano. Esto ayudará a aflojarlo y facilitará el proceso de pelar el plátano.
- Rompe el tallo: Dóblalo hacia atrás con firmeza hasta que la cáscara se abra y se rompa. Si el tallo es difícil de romper, también puedes intentar pellizcarlo con las uñas para abrirlo.
- Despega la cáscara: Sostén el plátano firmemente con una mano y, con la otra, tira suavemente de uno de los bordes de la cáscara abierta hacia abajo, siguiendo la curvatura natural del plátano. La cáscara debería desprenderse fácilmente de la fruta.
- Repite el proceso: Continúa tirando de la cáscara en las otras dos secciones, despegándola por completo del plátano. A medida que retiras cada sección de la cáscara, ten en cuenta que puede haber pequeños filamentos adheridos al plátano; puedes retirarlos con la mano o con un cuchillo si lo prefieres.
- Retira la punta inferior: Una vez que hayas retirado toda la cáscara, puedes cortar o retirar la punta inferior del plátano, que suele ser más dura y menos apetecible.
- Disfruta de tu plátano: Ahora que el plátano está completamente pelado, puedes comerlo tal cual o utilizarlo en recetas como batidos, ensaladas de frutas o postres.
Recuerda siempre lavar tus manos antes de manipular alimentos y desechar adecuadamente la cáscara del plátano para mantener la limpieza y la higiene en la cocina.
¿Qué es un plátano?
Un plátano, también conocido como banana en algunas regiones, es una fruta tropical comestible que proviene de la planta herbácea del género Musa. Los plátanos son nativos del sudeste asiático, pero su popularidad y cultivo se han extendido por todo el mundo, especialmente en América Central, América del Sur, África y otras regiones tropicales y subtropicales.
Los plátanos tienen una forma alargada y curvada, y su cáscara, que va desde el verde al amarillo dependiendo de la madurez, protege la pulpa suave y dulce en su interior. La pulpa de un plátano maduro es generalmente de color amarillo pálido o blanco y tiene una textura cremosa y dulce.
Estas frutas son ricas en nutrientes esenciales como vitaminas (vitamina C, vitamina B6), minerales (potasio, magnesio) y fibra dietética. Los plátanos son conocidos por ser una excelente fuente de energía rápida y fácil de digerir, lo que los convierte en una opción popular entre deportistas y personas activas.
Los plátanos se pueden consumir frescos, cocidos o utilizados en una variedad de recetas, como batidos, postres, pan de plátano, ensaladas de frutas y más. También existen variedades de plátanos que se consumen como alimento básico en algunas regiones, como los plátanos macho o plátanos verdes, que suelen cocinarse antes de ser consumidos debido a su textura firme y sabor menos dulce.